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Athletic la Vall Femení

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sábado, 25 de septiembre de 2010

La crónica. España - Corea del Norte 1-0

Las mejores del mundo, medalla de bronce


RFEF- Antonio Domingo Muñoz, Puerto España (Trinidad y Tobago) - 25-09-2010

La Selección Nacional terminó su participación en el Campeonato del Mundo de Trinidad y Tobago con victoria ante Corea del Norte (1-0), con un golazo de Raquel Pinel fabricado por Alexia Putellas. Y con el trabajo extraordinario de todo el equipo para alzarse, por primera vez en la historia del fútbol femenino español, con una medalla de bronce.

La lucha por el tercer y cuarto puesto se convirtió en una final a la llegada al estadio, en los vestuarios, durante el calentamiento, cuando sonaron los himnos nacionales y las internacionales saludaron a los representantes de la FIFA, y obvio, cuando comenzó el partido. España lo hizo con el mismo patrón de todo el mundial, y enseguida arrancó los primeros aplausos de una grada tímida. En cinco minutos la selección arrinconaba a Corea del Norte, y la hacía correr en defensa, primero con un centro de Ana Mª Catalá desde la izquierda que la defensa remató sin querer al palo, y después con sendos disparos sobre portería de Amanda Sampedro y Alexia Putellas que sacó la guardameta asiática con dificultades.

Por la banda izquierda, y por la banda derecha, cuando conectábamos, España levantaba nuevos gritos de asombro en la grada. En el minuto 18, una jugada personal de Nagore Calderón, yéndose de las dos defensoras, acaba con un pase medido al hueco que Raquel Pinel no engancha con fuerza y precisión y ataja la guardameta. La jugada más bonita del partido hasta entonces, y la oportunidad más clara para España.

Eso, en ataque, porque la defensa se mostraba segura, con las centrales Ivana Andrés y Paula López saliendo como siempre al corte, jugando el balón con criterio, y las laterales trabajando seguras y con vocación ofensiva. En el minuto veintiseis, una combinación de casi todo el equipo en el centro del campo, tocando en corto, al espacio, con autopase incluido de Gema Gili, termina con remate de Raquel y nuevos aplausos. Ése era el juego de España, su sello de identidad al margen de lo que digan los resultados finales. En todo caso, después de esta ocasión, el juego se embarró en el centro del campo, y apenas podemos hacer mención de ocasión para cualquier de los equipos. Tal sólo apuntar una cartulina amarilla para Lola Gallardo, cuando llegábamos casi al descanso, por una falta que hizo fuera del área tras un balón dividido.

Con el arranque de la segunda mitad, una combinación de Alexia y Sara Mérida acabó con un disparo de la primera que la guardameta mandó a saque de esquina. Podrá sonar reiterativo, pero el comentario es tan repetido como el esquema de juego de España, que no tenía otra vocación que mantener el dominio de balón, hacerlo correr por la hierba y encontrar un hueco para atacar la meta contraria. Enfrente, las coreanas esperaban un robo de balón en el centro del campo para armar una contra, pero no parecían tan veloces, tan ágiles como sus vecinas del sur, o las japonesas.

En el minuto seis, Alexia casi acierta con un disparo desde fuera del área que pasó rozando la escuadra izquierda coreana; pero no entraba. Así que lo que no se lograba con puntería, se consiguió por casta, por pundonor. En el diez de la segunda parte, Alexia recoge otro balón en la frontal, que manda al travesaño después de tocar en la guardameta coreana, pero la catalana no ceja en su lucha, enrabietada, y va a pelear un balón perdido que consigue tocar para sacar un pase de gol que Raquel Pinel no tuvo más que rematar. Era el premio a ese afán de superación, a esa necesidad que tienen las españolas de ser mejores, siempre, aún con la rabia de no poder jugar en la final del torneo. A partir de ahí, Alexia sonrió (apenas lo hacía desde el martes) y España quiso disfrutar, con la lección aprendida tras ir por delante de Corea del Sur en las semifinales. Justo después, Vilda movió el banquillo y hubo cambio de goleadora. Se marchó Raquel y entró Paloma Lázaro, que minutos después tuvo otro lanzamiento al travesaño. España apretaba a las coreanas hasta jugar todo el tiempo en terreno asiático, la mejor manera de evitar el peligro en la potería propia. Lola Gallardo gritaba: "¡Seguimos, seguimos!". Se llevaban 25 minutos y daba la sensación de que España necesitaba rematar la faena para evitar sustos tan aislados como mortales.

Jorge Vilda refrescó el centro del campo, con la salida de Marina García por Gema Gili, brillante en el trabajo oscuro durante todo el partido. En el minuto 27, Amanda entró por la izquierda, pero tras recortar no pudo enganchar un disparo potente; el rechace lo mandó Alexia por encima de la portería norcoreana. España necesitaba el segundo para ser feliz, y lo buscaba ante una Corea del Norte, hasta este sábado vigente campeona del mundo de la categoria, apagada (buena parte de culpa la tenía España). Mientras, el larguero seguía recibiendo el castigo de las españolas, otra vez desde saque de esquina desde la izquierda a cargo de Sara Mérida. Aún así, Corea dio un par de sustos, uno de los cuales se convirtió en un paradón de Lola Gallardo. Vilda sacó a Iraia Pérez de Heredia por banda, para dar descanso a Nagore Calderón, y España supo lo que es sufrir hasta el final, antes de conseguir, por primera vez para el fútbol femenino español de todas las categorías, una tercera plaza en un Mundial. Dicen que es mejor terminar ganando, y terceras, que perdiendo y segundas, tras una final. Aceptamos.

Siguiendo el encuentro desde el Palco de Honor del Hasely Crawford estuvieron el Presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, así como Vicente Temprado, presidente de la Comisión de Fútbol Femenino de la RFEF e Ignacio Quereda, seleccionador nacional absoluto femenino. Con todos ellos, el jefe de la delegación, Juan de Dios Monterde, que además estuvo como siempre durante todo el Campeonato acompañado por el embajador de España en Trinidad y Tobago, d. Joaquín de Aristegui, y familia. Presidieron el encuentro, así como la final, las autoridades locales acompañadas por el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y el presidente de la Comisión de Fútbol Femenino de la FIFA, Franz Beckenbauer

Fuente de la Real Federación Española de Fútbol

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